martes, 29 de noviembre de 2011

DIVINA PRINCESA , LA LUNA


 La Luna siempre ha sido objeto de admiración, por su imponente belleza y el misterio de su presencia que ha inspirado a tantos a lo largo de todos los tiempos.
Han caído rendidos a su magnética belleza filósofos, científicos, artistas, poetas...y enamorados.
 Selene era la diosa de la Luna, hermana de Helios, el dios del sol. Selene siempre ha protagonizado muchas historias de amor, pero sin duda su romance con Endimión ha sido la más bonita y profunda historia de amor.
Endimión de origen divino por ser nieto de Zeus, era un pastor de Caria. Había ocupado el trono de Élida, pero cuando fue destronado buscó refugio en el monte Larmos donde se dedicó al campo y a los astros, enamorándose de la luna, su única compañía además de la soledad.
Todas las noches, después de realizar sus tareas diarias,dormía profundamente dentro de la cueva que le servía de morada. Pero cuando hacía buen tiempo prefería tumbarse desnudo en la entrada de la cueva para dormir observando el cielo infinito lleno de astros. Endimión contemplaba con fervor a Selene y su corazón se nutría de un amor silencioso, hasta caer dormido.
Selene no sabía nada del gran amor que había inspirado en el pastor, pero una noche bajó a la tierra, le vio dormido, desnudo y le amó.
Desde entonces le visitó todas las noches, le encontraba siempre dormido y se recostaba junto a él sin despertarle. Así, dormido él y ella despierta, se amaron muchas noches, durante mucho tiempo.
La diosa ignoraba la fascinación del pastor hacia ella, y él tampoco sabía que durante sus sueños se volvía objeto de amor de la diosa. Pero una noche Endimión despertó en pleno amor y se enteró de que era el amante de la diosa. Ambos se confesaron su amor secreto y la felicidad los envolvió.
Pero entonces entró un temor en él, ya que había pasado el tiempo y su cuerpo comenzaba a marchitarse.
Le pidió a Selene que le concediera juventud eterna con su poder divino. Ella recurrió a Zeus y éste decidió que Endimión no sufriría el paso del tiempo mientras estuviese dormido, sólo envejecería durante la vigilia.
Endimión le hizo prometer a Selene que lo acompañase siempre cuando él durmiera. De ese modo él no envejecería y siempre se despertaria feliz. Pero entonces, cuando estuviese despierto, ella no estaría.

No se conoció ni explicó un final para ninguno de los dos. El mito hace creer que Selene y Endimión continúan amándose en silencio en algún rincón remoto de la tierra.


La luna, un astro que cada noche ilumina con su silencio y enamora a tantas personas...


lunes, 28 de noviembre de 2011

DIDO Y SU FÓRMULA PARA OLVIDAR...

Un dia arribó un cautivador y seductor héroe troyano, Eneas, a la próspera ciudad de Cartago, y su fundadora Dido, se enamoró perdidamente de él. 
Después de un tiempo feliz, Eneas se liberó de los pasionales ruegos de Dido por no dejarle partir y gobernar juntos la populosa urbe, ya que el deseo de la futura fundación de Roma pudo más en el alma de Eneas.
Cuando el héroe partió a Italia, Dido, con el corazón destrozado, se suicidó.

La triste historia de Dido es como una dulce flor de múltiples aromas, en donde cada uno aspira a una esencia distinta pero al mismo tiempo poseedora del mismo trágico matiz.
 
Dido decidió entregarse a las caricias dolorosas del fuego, tuvo entonces el bello sueño de un príncipe llamado a fundar una ciudad tan revelante que a la postre transformaria un mundo, y tanto amor le inspiró ese amor, que hasta fue capaz de permitirle volar por su cuenta, para fraguar su glorioso destino.
Quizás durante su último suspiro, cobijada ya en las cenizas tibias, Dido imaginó encontrarse a su amado, peregrino por el Inframundo. Allí, en donde un Eneas lleno de remordimientos trató de excusarse ante ella por renunciar a su pequeño mundo de ambos, lleno de amor y pasión, por otro material y de enorme fama imperecedera.
El silencio conmovedor de Dido, ese silencio de despecho, de dolor, de rencor sin medida; ese silencioso alejarse hacia las sombras, ese silencio más bien podría ser, un ronco y mudo sollozo de renuncia y entrega amorosa, sin medida.
Un amargo y dulce sacrificio.

Tal vez no sea más que una ilusión de amor que Dido permitiera dejar fluir libre y sin control alguno, como un acto de amor incondicional y de entrega completa al ser ideal que consuela y da vida, aún al quitarla.


Sin duda una fórmula demasiado tajante para OLVIDAR...

      "Recuerdo incluso lo que no quiero. Olvidar no puedo lo que quiero".

sábado, 26 de noviembre de 2011

PAISAJE OTOÑAL CON MONTAÑAS NEVADAS

Que maravilla el poder divisar la radiante y brillante blancura de las montañas nevadas y observar alrededor el contraste con la calidez de los colores del otoño.
Después de casi un mes, hoy ha sido realmente relajante y regenerador de energía el correr en este escenario bucólico, pincelado en ocres, naranjas y amarillos de la vegetación.
El agua en diversas tonalidades que iban de verdes a azules, el cielo en azul transparente y todo el conjunto envuelto en un sol radiante, calido y acogedor.
El aire era puro y limpio, con aquel olor característico a hojas y tierra mojada que sabía a frutos del bosque, me ha sabido a paz y tranquilidad, me he dejado llevar ...momento profundo para reflexionar en calma.

Era perfecto para correr, después de tantos dias de lluvia la tierra era esponjosa, amorosa, a veces los pies desaparecían al hundirse en el manto de hojas caídas que lo cubrían todo. Otras veces, y muy divertido era cuando por narices tenías que chapotear en los charcos de agua y barro, como en nuestra época de niños, pero esta vez sin preocuparme por recriminaciones paternales, un instinto primario que combiene recuperar de vez en cuando, ensuciarse, mojarse...dejarse llevar.
Sin duda una mañana provechosa, pero lo que más me ha impactado ha sido reencontrar las montañas nevadas, qué gozada! por unos instantes me he encontrado deslizandome sobre la nieve...maravilloso.
Deseando poder ir a esquiar pronto...pero ahora interiorizando esta paz otoñal...


"El otoño es un andante melancólico y gracioso que prepara admirablemente el solemne adagio del invierno".

jueves, 17 de noviembre de 2011

LUZ PARA UNA AMIGA

Y unas alas se abrieron ...

Soy aire que entra por las rendijas de tu acorazada armadura, esa que te mantiene a salvo de todo mal.
Eso crees tú.
Y, sin embargo, te aleja de lo más bello, de lo infinito.
Te aleja del Amor.
Quisiera que la luz iluminase tu oscuridad.
Desearía ser la luz que tus ojos deseasen mirar...
Y, lo soy.
Más la cuestión es que tú a la luz
no quieres dejar entrar,
ni traspasar tu poderosa coraza.
Y, yo desde la luz, una vez vencidas y derribadas
mis propias murallas, asisto resignada
a tu propia elección de NO-VIDA.
Así era yo hace un tiempo, así, amiga gaviota.
Encerré y amurallé, como tú ahora, mi voz interior,
acallé mi alegría, enmudecí su luz,
y de ella me olvidé...
Si bien ella no se olvidó de mí.
Yo sentía desasosiego, me sentía incompleta
Y me buscaba en otros.
La soledad no era la soledad capaz de ser llenada con otros, no...

El vacío era eso, vacío total, era la separación...
...de la propia alma.
Un día sentí el frío contacto de mi armadura.
Tomé conciencia de que estaba aprisionada en ella.
En vez de protegerme, me había aislado de mi corazón.
Y a consecuencia de ello había dejado de amarme, y también a los demás.

Excusas y miles de excusas
se amontonaban a mi alrededor como pilas inmensas
e innecesarias de tareas por resolver,
las cuales yo creía ciertas y verdaderas
como que hay día y hay noche.
Más un día decidí despertar a la magia interior.

                           Alas de luz (Booket, Planeta)

martes, 15 de noviembre de 2011

UN PULSO CON CRONOS

No con la divinidad Crono que reinó durante un tiempo sobre la tierra, aquél que con la hoz que le cedió su madre Gea le cortó los testículos a su padre Urano, provocando la separación del  Cielo y de la Tierra...no, éste no, yo me refiero a Cronos, el tiempo.
Este cronómetro que no para de contabilizar y que incansablemente pesa a diario sobre nuestras cabezas, el gran contador.
Hoy por hoy somos sus esclavos, lanzados a una carrera incesante e inacabable, creemos que si nos detenemos o alentizamos el paso se nos pueda escapar el tiempo, como el agua resbaladiza entre las manos, ese tiempo insubstituible e irrecuperable.
Es como correr en solitario, sin lugar a cambio de relevos, una carrera contra el tiempo, o mejor dicho, un pulso intenso hacia un abismo desconocido.
A veces tengo la sensación de que se me escapa la vida, deseo hacer tantas cosas...pero Cronos siempre se me avanza, es incansable, insaciable...me exprime hasta el último aliento, hasta quedar exhausta, siempre acaba ganando él este pulso incesante...no hay quien le gane.
¿Deseos de exprimir la vida al máximo? Creo que no, que hay que cambiar de estrategia, poner el freno, plantarse y contemplar a nuestro alrededor, solo así detendremos al gran Cronos, o tan solo ralentizaremos sus movimientos...



"El tiempo es la imagen de la eternidad en movimiento.
 El tiempo es como un río que arrastra rápidamente todo lo que nace.
El instante es la continuidad del tiempo, pues une el tiempo pasado con el tiempo futuro."

"Todo lo que realmente nos pertenece es el tiempo; incluso el que no tiene nada más, lo posee."

martes, 8 de noviembre de 2011

ÉOLO

El dios Éolo, el señor de los vientos está enojado, airado e inflado.
Sopla y sopla con todas sus fuerzas para quitar de en medio todo aquello que le molesta.
Si está enorgullecido y enfadado utiliza su poder en exceso, va sobrecargado, rebotado, su desmesura explosiona contra todos, pagando su enojo y recibiendo el embate de su soplido huracanado.
Éolo en su ira se vuelve descontrolado y desmesurado, provoca grandes tempestades, no se para a pensar en el mal que causa, incluso a sus más allegados y queridos.
Esperemos la calma que viene tras la tempestad aunque también encontremos la destrucción y la desolación.
En el paisaje arrasado, las ruinas ya irreparables...

'No hay árbol que el viento no haya sacudido'.