RETO, SENSACIONES DE CORRER Y ADMIRACIÓN A MURAKAMI

"¡Que bien!, me siento super satisfecha por haber podido llevar a cabo mi reto de fin de año, sí, queria estrenarme corriendo en San Silvestre, y lo he conseguido, ha sido toda una satisfacción, estoy orgullosa de mi misma, para una principiante ( empecé a correr en primavera) no ha estado mal.

Desde entonces cada dia lo necesito más, es mi válvula de escape, mi refugio, mi conexión interior...son mis pilas!    

Ahora ya se ha convertido en una necesidad, por eso espero en este nuevo año seguir corriendo y mejorando mi resistencia, aunque no velocidad. Quien sabe, quizás me anime a hacer otras San Silvestres..."

Este es un fragmento de lo que escribí en mi otro diario el 31 de diciembre de 2010, cuando quise llevar a cabo mi reto personal, estrenarme corriendo una San Silvestre. 

Y ahora lo he querido recuperar después de leer 'De que hablo cuando hablo de correr' de Haruki Murakami, un escritor al que he descubierto en su trayectoria más personal e intimista, donde muestra como su vida se transforma y cambia alrededor de su experiencia como corredor.
Después de ser una incondicional lectora de sus obras, este libro ha hecho que le admire mucho más.

                   

Mi primera San Silvestre.

Fue una agradable experiencia correr con tanta gente, cuando normalmente siempre se va solo, con uno mismo y a la vez la alegría y el entusiasmo que aporta haber superado un reto, en este caso particular.

Porque correr cada día es un duelo profundo con uno mismo, un diálogo o una discusión interior, una prueba de superación, una carrera constante...una evolución que deriva en una transformación.

Al principio y algún dia que estoy enfadada, tengo la sensación de que cuando salgo a correr el diablo me persigue,  yo corro y corro cada vez a más velocidad, hasta que lo dejo atrás y ya no vislumbro su sombra, lo fulmino.

Sin duda continuará...


                        

" Por eso el hecho de correr solo cada día, immerso en mi silencio, ha sido muy importante para ayudarme a mantener mi bienestar emocional. Cuando corro lo único que he de hacer es mirar el paisaje que me rodea y a mí mismo. Es un momento del día que no canviaría por nada del mundo." 

"Mientras corro, tal vez piense en los ríos. Tal vez piense en las nubes. Pero, en sustancia, no pienso en nada. Simplemente sigo corriendo en medio de ese silencio que añoraba, en medio de ese coqueto y artesanal vacío. Es realmente estupendo. Digan lo que digan."  

"Aunque sea un acto inútil...como mínimo el esfuerzo que haces queda en tu interior. Tanto si sirve para algo como si no, tanto si queda bien hacerlo como si no, al final lo que importa es una cosa que no se puede ver ( pero que sí que puedes sentir en tu interior)." 

"SI HACES EJERCICIO CADA DÍA ES MUCHO MÁS FÁCIL SENTIR LA VOZ   QUE HABLA EN TU INTERIOR."   

Fragmentos del libro de Haruki Murakami, 'De qué hablo cuando hablo de correr'

CELEBRATION, GIVE ME EVERYTHING TONIGHT...

Come join the party, it's a celebration
Anybody just won't do
Let's get this started, no more hesitation
Coz' everybody wants to party with you...  

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Tonight i will love love you, tonight
Give me everything tonight
For all we know we might not get tomorrow
Lets do it tonight... 

¡¡Si que empiece la fiesta!!...

Y escuchando música me pongo las pilas bailando para compensar estos fríos días  

de julio, que no me gustan ¡¡nada!!.

Yo quiero sooool y calor, este mal tiempo nos está estafando días del verano, que  

ya de por sí es corto... 

El verano debe ser música, fiestas, alegría, sol, por eso, cada verano queda grabado 

en mi memoria con la música, y los recuerdos siempre van unidos a las canciones

del verano, a la luz de los días largos y al calor.

Dentro de pocos días un año más, y para vencer mi nostalgia me recargo 

bailando, en mi fiesta no puede faltar ni Madonna, ni tantos otros...

Me contagia su energía, con sus letras provocadoras, sus estudiadas y 

perfeccionadas coreografías...

El poder de la música hace que me transporte a mi juventud, cuando el baile en

las discotecas me insuflaban alegría, entusiasmo, locura..., pura energía.

Como las ancestrales tribus indígenas que hacían sus rituales y bailaban alrededor

de una hoguera, nosotros nos conformamos con el calor ambiental y con el ensorde-

cedor e hipnótico volumen de la música, que nos hacen sudar y vibrar...

Sin duda, la canción que me recordará este verano es Give me everything tonigth...

Por eso en estos momentos recurro a ella, porque el hecho de cumplir un año más

es maravilloso, me hace sentir que estoy viva y quiero seguir disfrutando de la vida.

Porque ¿que es si no un año más? Aunque muy en el fondo los números nos quieran

boicotear nuestro día yo prefiero obviarlos y decir:

-¡Bien! Otro más, otro año por delante, con nuevas, buenas, excitantes y también 

  malas y negativas experiencias, ¡vamos! acarreando con todo, y lo recibo gritando:

-¡Bienvenido el peso de un año más! ¡Te estoy esperando!

"Vivir no es sólo existir,
sino existir y crear, 
saber gozar y sufrir 
y no dormir sin soñar. 
Descansar, es empezar a morir".

         "LA VIDA ES LA CONSTANTE SORPRESA DE SABER QUE EXISTO"                                      

DULCE REENCUENTRO

Después del trágico accidente que sufriste, me invadió un estado de rebeldía permanente, quedaste en coma bastante tiempo y el pronóstico no era nada alentador, al contrario sin esperanzas. El día que nos dijeron que no había nada que hacer, que te perdíamos, sentí rabia, impotencia, me negaba a perderte.

Pensé en los años que hacía que nos conocíamos, tu eras tan joven...en como con el paso de los años nos fuimos conociendo y aproximando más el uno al otro.

Recuerdo el ultimo día que nos vimos antes del accidente, era una fría mañana de febrero, habíamos coincidido en un evento, nos saludamos como ultimamente hacíamos, cada vez más efusivamente, como conectando más profundamente. Cada vez teníamos mejor conexión, nuestra amistad iba creciendo, es como si un hilo transparente se fuera tejiendo entre los dos.

-He llorado y te he echado tanto de menos durante tu larga convalecencia ...

Pero como eres un buen guerrero y un gran luchador, venciste en la gran batalla contra la muerte, superando lo insuperable, hoy, después de tu lenta y larga recuperación sabía que nos encontraríamos.

-¡Deseaba tanto poder abrazarte de nuevo!, te he visto llegar a lo lejos y no he podido reprimirme, me he dirigido hacia ti apresuradamente, y con los brazos bien abiertos te he recibido.
Ha sido muy intenso, nos hemos fundido en un largo abrazo, después nos hemos mirado a los ojos y nos hemos besado, - ¡Como me has hecho sufrir todo este tiempo!
Ha sido una fusión tan electrizante y chispeante, que por un momento creo que todo se ha iluminado a nuestro alrededor.

Hemos compartido una velada fantástica, hemos conversado y reído muchísimo, recuperando el tiempo...

Al despedirnos el abrazo ha sido muy largo, no nos queríamos separar, estábamos nuevamente fusionados, entrelazados...
Ha sido un deseado y dulce reencuentro. Me siento muy feliz de haberte recuperado.
Para tí querido amigo.

"La amistad es un alma que habita en dos cuerpos;

         un corazón que habita en dos almas". (Aristóteles)

       "¿Cuál es el arte para preparar una buena amistad?

        Si quieres ser amado, ama".  (P. Siro)

 

PLAYA, LA IRONÍA DE CAULFIELD Y SU VIOLÍN MÁGICO

Lo que tenía que ser un bonito y agradable día de playa, acabó siendo una tormenta, un mazazo de mal humor, de rabia y frustación.

Quizás fuese porque estaba immersa en ese estado de ironía, de rebeldía y de ir contra todo, como el protagonista de la novela que estaba leyendo. Él y yo y nuestra irascibilidad, yo notaba por momentos como mi mal humor iba 'in crescendo' pero no era consciente de por qué.

Cuando llegó la hora de partir hacia la playa supe que ya no me apetecía ir, el viaje ya fue un preludio de lo que vendría después. Siempre que vamos hacia ese lugar, a esa playa en concreto, me entra muy mal humor, se me despierta y me envuelve una especie de nostalgia por los recuerdos tan felices vividos en mi infancia, allí mismo, con mis añorados y queridos abuelos. 

Entonces era todo tan distinto..., el paisaje no tiene nada que ver con el ayer,  está completamente transformado.

Además hay que sumarle que el rumbo de mi vida cambió justo en ese lugar, y entonces es cuando no lo soporto, todo se me remueve, y la rabia y la impotencia se apoderan de mi. Inconscientemente me provoca un desazón... al principio no lo sabía asociar, ahora con el paso de los años y con mi vida un poco a la deriva, he encontrado la causa.

Por lo tanto decidí mientras estuviese allí, aislarme, evadirme, pero la lectura elegida hacía que todo se multiplicase, el protagonista con su ironía también estaba a la deriva, rabioso y solo.

Pero él es un joven adolescente, en plena edad rebelde y de trangresión, y yo  en una madurez que no acepto, a mi me gustaría poder retroceder a mi adolescencia, poder rectificar y cambiar el rumbo de mi vida. Es lo que siempre hemos oído decir a los adultos pero los jovenes siempre hemos obviado.

Mientras estoy en la cuerda floja voy haciendo equilibrios, ya he aprendido a hacer 'resets' en mi día a día, para librarme de las angustias, tristezas y decepciones.

Ahora solo pienso en ahora, en hoy, porque mañana no existe, es una mera ilusión.

Llamaron mi atención y salí de mi cautiverio interno, alcé la vista y reconocí aquella imperceptible linea del horizonte donde se funde mar y cielo que siempre me ha gustado contemplar, intentando descubrir donde acaba una y donde empieza la otra. Y con esa imagen restrospectiva y distorsionada del paisaje también he echo un viaje por mi vida, una retrospección, y como si hubiese encendido el interruptor de la luz, esta me ha iluminado todo el trayecto recorrido y me he alegrado, porque en el fondo no ha estado tan mal. 

Simplemente un día cambié de camino, no hay más, la vida son caminos para recorrer pero también hay senderos para atajar.

Y como el joven Caulfield cambio de humor, ahora ya no estoy tan deprimida después de oir la canción :

"Si un cuerpo encuentra otro cuerpo cuando viene por el campo de centeno...". 

Hizo que yo también me sintiera mejor, y abandoné la idea de querer ser de nuevo una adolescente y seguí leyendo...

TARDE DE SABADO CON GREG Y PUESTA DE SOL

Habíamos quedado a la  seis y media, faltaban diez minutos cuando llegué y Greg ya estaba allí, me recibió con una amplia sonrisa y esta vez si que se acercó para saludarme con dos besos.

Hoy no me ha hecho falta ponerme los auriculares para escuchar música, esta vez tenía una agradable compañía.

Antes de empezar quise sospesar su pesada mochila y vaya! si me la cuelgo de la espalda me tumba hacia atrás, yo le dije que toda para el e iniciamos el trayecto sonriendo.

Por un momento pensé que era como una de tantas parejas de adolescentes que se cruzan en tu camino que van tonteando, ¡buff! y quise borrarlo de mi mente, -¡Por Dios! ¡Noo!! No puede ser.

Una vez borrado el pensamiento de mi mente me concentré en acompasar mi respiración con mis piernas, sintiendo la pisada firme en el suelo, contactando todos los dedos, notando el rebote y cambio de pie.

Greg corría a mi lado, aunque debiera decir que más bien para el era un paseo, a diferencia de mi, al cabo de veinte minutos ya estaba sudando, el sol de tarde era potente. Greg me alentaba y entonces me dijo que al llegar al final tenia una sorpresa para mí.

¡Vaya! -pensé- que bien con lo que me gustan a mi las sorpresas, aunque nunca las recibo, más bien soy yo la que siempre las organiza para los demás. Lo reconozco, en eso soy muy detallista, disfruto sorprendiendo a los demás.

Greg era el que iba hablando, me explicaba cosas de su vida y yo me limitaba a asentir, sinó perdia el ritmo. Pero a veces le tenía que corregir alguna que otra construcción sintáctica o aclarar algún significado.

Por fin acabamos el trayecto, nos sentamos para hacer unos estiramientos, entonces si que sudaba y me dijo:

-Vamos sígueme, tu sorpresa.

Nos dirigimos a un embarcadero apartado y nos sentamos para ver como empezaba a ponerse el sol.

-¿Nos bañamos? me dijo.

-No sé, no vengo preparada, mejor que no.

-Yo sí, y entonces abrió su mochila, de allí sacó unas toallas y me enseñó una pequeña nevera con refrescos y demás, después me dió un pequeño paquete, lo abrí, era un bikini precioso en verdes degradados y turquesa.
- ¡Uala!- Realmente había pensado en todo, una gran sorpresa.

El ya llevaba el bañador puesto, yo me lo puse en un santiamén envuelta en la toalla.
-¡Beautiful!- exclamó y yo un poco avergonzada me tiré, ¡al agua!

¡¡Uaaah!! ¡Que placer! El agua estaba fría pero un baño en aquel momento era lo más parecido a resucitar.

Nadamos un rato, después nos sentamos para acabar de contemplar la magnífica puesta de sol, bebiendo una refrescante cerveza.

                

Y dijo:

-De todas maneras debía de llevar el peso, así que pensé que te gustaría.

-Y tanto que me ha gustado, ha sido un detallazo, gracias -y reímos-.

No me lo podía creer, era tan mágico todo, tan magnético, no sé que extraña configuración planetaria debía haber en aquel momento para que yo me dejase adular, seducir y regalar. Un comportamiento inusual en mi.

Pero pensandolo bien, creo que a todos nos gusta que nos adulen de vez en cuando, y alguna vez, como hoy, ha estado bien dejarme llevar y sorprender, aunque no sea lo usual.

Esto ha sido un regalo del universo, un momento muy especial.

AUJOURD'HUI, OUI, IL ETAIT FANTASTIQUE!!

Hoy sí que ha estado bien, como siempre, cuando salgo a correr es reconfortante, oxigenante, regenerante, pero sobretodo  hoy ha sido especial.

He salido más temprano que el otro día y todo estaba como a mi me gusta, en calma, la quietud se respiraba aportando paz y tranquilidad. Supongo que por el hecho de ser viernes o por alguna otra circunstancia, como el estreno de las rebajas, había influido en que no hubiese gente, solo la justa, la de los que realmente van a hacer deporte en serio -y otros que lo pretendemos-.

Iba yo corriendo sumergida en mi mundo interior, pensando en el libro que he empezado a leer de Murakami, que como siempre te abstrae y tiene el poder de hipnotizarte.

Pensaba en la pregunta tan existencial que Murakami había formulado: 

" ¿Puede un ser humano llegar a comprender plenamente a otro? Cuando deseamos conocer a alguien e invertimos mucho tiempo y serios esfuerzos en este propósito, ¿hasta qué punto podremos, en consecuencia, aproximarnos a la esencia del otro?. ¿Sabemos en verdad algo importante de la persona que estamos convencidos de conocer?."

La verdad es que da mucho en que pensar, verdad? Cuando no paramos atención no reparamos en estas cuestiones, pero cuando nos detenemos, es cuando todo se empieza a remover y a cuestionar, y cualquier pequeño detalle, por más insignificante que sea, será el detonante.

En fin que iba yo filosofando para mis adentros, escuchando música sin prestar ya mucha atención a mi alrededor, es difícil de explicar, cuando corro aunque esté en alerta, a la vez estoy como en otro mundo paralelo, abstraida, así creo que lo podría definir.

He notado a mi derecha una presencia pero viendo que no me adelantaba he vuelto a mirar y me he encontrado con el  David de Miguel Angel, ooohh! que visión! he tenido que alzar la vista, por lo menos  debía medir metro noventa.

Entonces me ha saludado con la mano y con gestos me ha indicado si podía quitarme los auriculares, cosa que he hecho automaticamente, me ha preguntado si hablaba inglés y yo le he respondido que no.

-No problem, ha dicho, necesito practicar español.

- ¡Ah! pero yo cuando corro no puedo hablar - el se ha reído y ha dicho ok, pero ¿ te molesta si te acompaño?

-No pero solo te contestaré con monosílabos,¿ok?

-¡Ok!

Pero no he podido dejar de formularle una pregunta:

-¿Que llevas en la mochila?

- Veinte kilos de peso. Me ha guiñado el ojo y hemos sonreído.

-¡Uala! ¡Que pasada!-, hemos continuado corriendo y era muy extraño, me hacía preguntas y yo le contestaba con monosílabos para no agotarme, y el no paraba de sonreir.

Cuando por fin he llegado a mi 'meta' estabamos  tan acalorados que me ha preguntado si tomábamos un refresco, a lo que no me he negado porque estaba medio desmayada, ya no sé si de la calor o del impacto de estar junto a un Adonis. Imaginaos un triatleta!,¡un Ironman! bueno todo músculo, bíceps, tríceps, tableta de chocolate...impresionante.

Ya os he dicho que era como el David, con el cabello ligeramente ondulado y muy rubio, ojos muy azules y la piel bastante bronceada-enrojecida de hacer ejercicio al aire libre. Sin lugar a dudas, nórdico, muy guapo, con una sonrisa profident, fantástica,- daban ganas de morderle los labios-.

La verdad es que estaba alucinada, resulta que era triatleta, que estaba de estage preparando su próxima competición, era finlandés y se llamaba Greg. Solía venir como cuatro veces al año a este lugar a prepararse, decía que le gustaba mucho el entorno -a mi también- y sobretodo el buen clima, no me estraña comparado con el suyo...

Nos hemos sentado en una terraza y la coca-cola me ha sentado de gloria.

Hemos conversado más de una hora, era un chico divertido, más joven que yo, pero me ha hecho sentir muy bien, me ha hecho reír la verdad, esos instantes han hecho que incluso me olvidase de mí, de quien era y donde estaba.

Es curioso como conversar con desconocidos puede ser tan gratificante, aunque no siempre claro, pero por esta vez, ha ido bien. Como el tiempo me ha pasado volando, al ver la hora  me he sobresaltado y nos hemos despedido, eso sí, con un cordial apretón de manos, pero antes nos hemos intercanviado los móviles.

¡Ha sido un fantástico atardecer en compañía!

                                         

Y volviendo a mi reflexión inicial, siempre estamos en constante evolución, somos variables, impredecibles,  por lo tanto, nosotros mismos nos desconocemos, ¿como nos van a conocer los demás?. Aunque estemos con una persona muchos años, nunca lo sabremos todo el uno del otro, siempre habrán lagunas, pozos profundos... y oscuros.